El Rally Raid de Portugal no ha tardado en poner a prueba a Isidre Esteve y Txema Villalobos. A bordo de su Toyota Hilux T1+, la tripulación del Repsol Toyota Rally Team ha tenido que enfrentarse a un desafío inesperado en la primera etapa: tener que pilotar sin los instrumentos de navegación durante gran parte del recorrido. A pesar de ese contratiempo, la dupla española ha logrado completar los 302 kilómetros cronometrados en una meritoria 23ª posición de la categoría Ultimate.
La jornada estaba dividida en dos partes, un primer sector selectivo de 297 kilómetros y una corta especial de 5 kilómetros que no era más que la repetición de la prólogo de ayer en sentido inverso. Esteve empezaba la primera especial consciente de que no sería un día fácil, habida cuenta de su posición retrasada de salida (45ª), lo que significaba encontrarse polvo en suspensión. Lo que no esperaba era que la tablet que centraliza todos los instrumentos de navegación dejara de funcionar hacia el kilómetro 100, lo que le obligó a continuar sin referencias y a guiarse únicamente por la vista y cálculos manuales.
La importancia de este dispositivo es capital, ya que controla el roadbook, los waypoints y otros aspectos como la gestión de los enlaces entre sectores, el cronometraje y el control de las zonas de velocidad limitada. Sin él, la prueba se ha convertido en un ejercicio de intuición y supervivencia.
“Hemos salido bastante bien, pero alrededor del kilómetro 100 la tablet ha dejado de funcionar. Todo lo esencial para guiarnos en carrera está ahí, por lo que hemos tenido que completar la especial sin ningún tipo de referencia. Txema ha tenido que ir apuntando manualmente los tiempos e ir restando para calcular las salidas, pero íbamos muy condicionados. Al no saber dónde estábamos ni lo que venía, hemos tenido que bajar el ritmo. Aun así, hemos conseguido acabar, que no era nada fácil hoy. Mañana seguro que será mejor”, ha explicado el piloto.
Este jueves 25 de septiembre llegará otro gran desafío para el Repsol Toyota Rally Team. La segunda etapa, que partirá desde Grândola (Portugal) rumbo a España para finalizar en Badajoz, será la jornada más larga del rally, con un total de 660 kilómetros –430 de ellos cronometrados–.